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LOS PUEBLOS MÁGICOS DE MÉXICO



JUAN CARLOS ARNAU ÁVILA

La belleza rural de nuestras comunidades no estaban siendo destacadas ni aprovechadas de manera adecuada en nuestro país desde el punto de vista turístico, hasta que hace 20 años llegó a la titularidad de la Secretaria de Turismo Federal, una profesional experta en mercadotecnia, que venía de ser presidenta mundial de una marca de cosméticos, que es sin duda un producto muy competido y difícil de vender, quien de inmediato detectó que las playas, las zonas arqueológicas, las ciudades coloniales y otros sitios declarados Patrimonio de la Humanidad, eran bien apreciados y buscados por los turistas nacionales y extranjeros, pero nuestros modelos a seguir ya que tienen una industria turística más potente como España, Francia e Italia, incluían en su oferta turística la belleza de sus pueblos y sus costumbres centenarias. Por lo que Leticia Navarro Ochoa puso a sus Subsecretarios Eduardo Barroso Alarcón y Francisco Madrid Flores a que resolvieran ese pendiente.

Recuerdo muy bien las reuniones preliminares con expertos del CONACULTA, del INAH y del INBA, que con su acendrada vocación de cuidado y respeto al patrimonio cultural de México, respingaban de espanto, al escuchar el calificativo de “Mágico” que les sonaba a esotérico, a superstición o superchería y Leticia Navarro Ochoa, con su pragmatismo y sensibilidad de mercadóloga, les mataba el argumento diciendo que era un calificativo turístico, orientado a visitantes de muchos otros países y que era razonable tomarse una “licencia literaria” para llamar la atención del mercado. Me parece que el tiempo le dio la razón.



No existía tampoco entonces una solvencia presupuestal en SECTUR que apoyara las acciones inmediatas que brotaban de las mentes creativas, por lo que hubo que nadar contracorriente y se establecieron los criterios de cumplimiento y desarrollo, que por su belleza natural ya tenían los primeros 5 Pueblos Mágicos, que han servido como modelo a seguir, hasta el día de hoy, que existen 121 Pueblos declarados como Mágicos, desde el punto de vista turístico.

Lo que si fue algo inesperado de este programa y que el turismo deberá agradecerle para siempre, es que demostró el impacto positivo que genera la actividad turística en las poblaciones, incluyendo algunas muy remotas y pequeñas, desde el momento que se decidían a adoptar al turismo como su principal vocación. Eso implicaba desestimular y erradicar otras actividades, como rastros, talleres mecánicos, empresas dedicadas a distribución de materiales de construcción y empezar a promover paseos peatonales, ordenar y depurar el comercio ambulante, así como detectar y promover obras estratégicas como malecones, restauraciones y otras obras de imagen urbana que aportaran algo trascendente a la comunidad, siempre alrededor de un inventario arquitectónico con valor histórico y de las características únicas y diferenciadoras, que buscaran responder a la definición de la magia de ese pueblo en particular.

Me parece que esta pandemia nos coloca en esa misma disyuntiva como país. Es hora que México adopte de manera nacional y deliberada, al turismo como su principal vocación y actividad productiva.




Algunos programas similares de alcance estatal como los Pueblos con Encanto del Estado de México, los Pueblos Señoriales de Sinaloa y los Barrios Mágicos de la Ciudad de México, respondían a la misma motivación, pero en su momento no cumplían con los criterios prevalecientes. Hoy la masa crítica de impulsores y defensores del tema, garantizan su evolución y permanencia.

Hace unos meses me tocó coincidir, representando a FEMATUR, en una mesa de debate en la Cámara de Diputados para defender los fines de semana largos, con el Presidente de los Comités de Pueblos Mágicos, Christian Berger Trawitz, quién sustentó su representatividad al decir que hablaba en nombre de un número de habitantes tal, que si fueran una entidad federativa, sería el 5o estado más grande de la República. De ese tamaño es ya la defensoría de los Pueblos Mágicos. No hay Gobernador o Legislador que no defienda o traiga en su portafolio de pendientes, la defensa de un Pueblo Mágico o la promoción para que se nombre a algún otro. Eso es el salvavidas del programa.

Ojalá que la actual administración de SECTUR, a pesar de los recortes presupuestales generalizados, pueda continuar regulando y dirigiendo estos esfuerzos, de lo contrario proliferarán y demeritarán lo logrado a lo largo de estos 20 años y que han representado nuevas oportunidades de desarrollo profesional para jóvenes, acciones de fortalecimiento cultural invaluables y sin duda, un rescate de los valores de la mexicanidad, que ante el embate de la globalización, nos aportan muchísimo a la idea y proyección de un México fuerte, interesante y visitable, que es lo que todos los turistas buscan.




No dejen de escuchar y participar en la videoconferencia que el Colegio de Turismólogos, Hotelería y Gastronomía llevará a cabo este lunes 25 de Mayo a las 5 de la tarde, vía Zoom (96915871279) y en el que el Secretario de Turismo de San Luis Potosí, Arturo Esper Sulaiman, nos explicará lo que han significado sus Pueblos Mágicos en la estrategia de promoción turística de todo su estado. Estará también Marte Molina Garibaldi que fue un funcionario clave y participante desde las primeras definiciones y alcances del programa, así como el Presidente Nacional de los Artesanos, Juan Alberto Barranco, para explicar el impacto económico que representa su trascendental actividad y Juan Carlos Godoy Guzmán, Coordinador de Eventos Especiales de SECTUR SINALOA, que nos ilustrará del impacto promocional que tienen los Pueblos Mágicos en la realización de los eventos promocionales de gran alcance que se llevan a cabo en el estado de Sinaloa.

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